EL TEMIDO PROLAPSO

CAUSAS DEL PROLAPSO

AFECTA A MUJERES JÓVENES Y MAYORES

¿Te imaginas vivir siempre con el temor de miccionar en cualquier momento y sin poder evitarlo? Pues este problema lo pasan muchas mujeres, quienes además experimentan otros síntomas a causas del prolapso.

Cuando esta enfermedad se encuentra a un grado avanzado, afecta la rutina diaria del paciente y puede  llegar a limitarla a tal punto de querer permanecer encerrada en casa por temor a sufrir un “accidente”, felizmente este problema puede corregirse.

El doctor Rodolfo Pizarro Távara, señala que  el  prolapso es el deslizamiento o salida del órgano ubicado dentro de la cavidad pélvica hacia la vagina, incluso a través de ella.

En una condición normal son sostenido correctamente por varios músculos y ligamentos que conforman el llamado músculo pélvico, sin embargo; éstos ceden ocasionando la caída del útero, vejiga, recto e intestinos.

El especialista precisa que ocurre por tres meses:

·        Gestación y parto: Durante el embarazo el suelo pélvico llega a soportar un peso superior a los 7 kilos, cuando el útero pesa aproximadamente 70 gramos. Esta situación tiende a agravar durante el parto la situación se agrava si el bebé es muy grande o ésta en mala situación , existe el riesgo de producirse una ruptura y no sólo un elongamiento

·        Condición Hormonal: Pasados los 40 años la mujer  experimenta la reducción significativa de estrógenos y progesterona, lo cual ocasiona la flacidez en los músculos.

·        Genética: Las personas    que tienen tendencia a desarrollar hernias, pueden presentar prolapso en cualquier momento.

En muchos casos las féminas no sienten ningún síntoma, sin embargo; descubren la anomalía cuando las examinan o se agrava el problema. Las señales más evidentes son sensación de bulto en los genitales externos, dolor en la espalda baja, incontinencia urinaria, dificultad para defecar, sexo doloroso, entre otros.

Távara indica que dependiendo del grado del prolapso se determina si se sigue un tratamiento o se pretende una intervención quirúrgica.

Cuando es de primer grado (el órgano se cae, pero no al ras de la vagina) lo recomendable es realizar ejercicios para fortalecer el suelo pélvico.

Contrae los músculos del área y cuenta hasta 10, luego relájalos por otros 10 segundos. Se realizan 10 repeticiones 3 veces al día, además de los ejercicios se recomienda no cargar objetos pesados y evitar subir de peso. No obstante si los escapes de orina no sólo se dan al estornudar o al realizar algún esfuerzo es mejor recurrir a la cirugía.

Durante la operación regresa el útero, la vejiga o los intestino a su sitio y se tensan nuevamente los músculos y se tensan nuevamente los músculos y tendones del piso pélvico dejándolos resistentes.

REAPARICIÓN

En un 70% de los casos del prolapso no vuelve a aparecer, sin embargo, en un 30% surge de nuevo. Esto se debe  a una predisposición genética o porque la intervención no fue practicada correctamente.